Luego de un pronóstico no muy alentador climáticamente hablando, y habiendo recibido información de mucha lluvia en zona de Rïo Colorado, el sábado a la madugrada emprendimos el viaje a los pagos de Pedro Luro , donde años tras años pasamos unos dias increíbles en el campo de mi amigo Manu, a quien quiero agradecer todo lo que nos brindó y todo lo que hace para que nosotros podamos cazar como nos gusta. Sábado a media mañana llegamos a P. Luro, camino de tierra muy “feo” con mucho barro y tras recorrer 45 km llegamos a la Estancia “La Isla” hermoso campo rodeado en su totalidad por el Río Colorado que baña sus costas de vegetación profusa y exuberante, ambiente de médanos y pampas donde abundan las comunidades vegetales nativas de la Pampa Húmeda, cortaderales, fachinales y pastizales de la tan conocida “paja brava”. Al llegar, unos mates y a revisar los apostaderos. En ambos sitios los cochinos habían bajado la noche anterior. Pisadas de padrillo y en particular el que me tocaba a mi, con una impresionante “cama” en el barro, denotando la presencia hasta de los pelos de la cresta del lomo sobre el lodo. A partir de ese momento y viendo los rastros el apetito que tenia se me cerró y comencé a palpitar ya la cacería. A dormir un rato (no pegué el ojo en toda la tarde) y al apostadero. Otros cazadores con los que compartimos la cacería, se situaron en unas pasadas bastante lejos de los apostaderos. Marcos, Martin y Marquitos realizaron unas detonaciones (3) al caer la tarde, a los 30 minutos se sintió el “tronar” del 300wm de Dieguito.. que bueno ¡!! Pensé, ahora me toca a mí jajajajjaj. Luego de una hora y media de estar apostados, unos ruidos a la izquierda de mi apostadero, pisadas en el pasto, parecia la prensencia de un padrillo que andaba por detrás nuestro, la altura del apostadero (casi 5 mts) del suelo hacia que se dificultara a los marranos para ventearnos, de todos modos, los sonidos cesaron y hasta poco mas de una hora no sentimos movimiento alguno, hasta que de pronto sentimos un “chapuzón” terrible en el río, el padrillo cruzó sólo y comenzó a caminar con el viento en su favor hacia el apostadero, pasó por delante nuestro ocultándose por un albardón, no entró al cebado ni a revolcarse,( los rastros de la noche anterior demostraban que el cojudo no comia del cebado con la cuadrilla, solamente entraba a revolcarse) y se fué… pensamos ya va a volver… el tema es que no volvio…
A tomar un cafecito y a dormir, para salir a recorrer a la madrugada las pasadas y sitios donde por “ahí” pueden llegar a pasar en su regreso a los dormideros. Domingo 9 de la mañana en una pasada con Manu se escucha nuevamente el “tronar” del 300 de Dieguito ….. Nooooo dieguito pegó de nuevo….. Salimos para el apostadero de mi amigo, y al subir el médano por detrás vemos a dieguito parado junto a un padrillo muerto a sus pies, a las 9 de la mañana, y luego de haber tomado unos mates, y levantado las bolsas de dormir para colocarlas arribar de la silla para que se sequen de la humedad de la noche, el padrillo entró a la aguada mirándolo, y dando unos pasos suficientes para que tomara el fusil y le dispare un tiro certero y mortal a la paleta. Conslusión, dia 1 dieguito un cachorro de unos 40 kg, un padrillo muy lindo, cuerpo grande, gordo pero poco colmillo. Martin, Marcos y marquitos sin poder matar, dado que los chanchos pasaron a fondo por la pasada y no pudieron matar, y yo zapatero por que el padrillo no quiso entrar. Día II. Luego de almorzar el cachorrón a la parrilla (costillar) nos fuimos apostar a los mismos lugares. Esa noche nada bajó, ni las lechuzas cazaban, nada de nada (Aburrimiento marca “Cañón”) . Al amanecer como siempre y luego de dormir sólo 3 horas salimos nuevamente con mi incansable compañero de cacería (Manu) a recorrer las pasadas sin ninguna novedad. Cenamos unas milanesitas de chancho, que yo mismo preparé una recorrida nocturna y a dormir 2 horas para luego levantarnos a recorrer a la madrugada. Noche II nadie mató. Ultima noche, muy nublado, dieguito sin bajarle nada y a nosotros a la hora de estar apostado, comenzamos a escuchar a nuestra diestra sonidos de leves pisadas en el pasto, sin hacer
1 comentario:
Alejandrooooo!!!!!
Que gusto saludarte por aca aunque sea!!!
Soy Marcos, el loco que llevo a los dos enfermeros Marquitos (alias "el sniper" jajaja) y MArtin!!!
Un saludo loco, y a ver cuando venis para Luro!!! Te estamos esperando
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